Querida familia Capuchinas,
¡Me emociona presentarme ante ustedes!. Soy Puchino, un oso de anteojos que encarna el espíritu vibrante y la conexión especial que compartimos en el corazón de nuestro querido Colegio Capuchinas en Armenia, Colombia.
Desde las majestuosas montañas que rodean nuestro hogar, nací con la visión clara y perspicaz que simboliza la búsqueda inquebrantable de conocimiento que define a cada estudiante valiente de nuestro colegio. Estoy orgulloso de mi creadora, una estudiante llamada Maria Jose Cortes Vinasco.

Mis anteojos no solo son un rasgo físico; son un reflejo de nuestra visión compartida de explorar más allá de lo ordinario, de sumergirnos en el aprendizaje y abrazar la diversidad de experiencias que nos ofrece la vida colegial.
Con mi pelaje suave y abrazador, represento la calidez y la hospitalidad que caracterizan a nuestra comunidad Capuchinas. Más que una mascota, soy el símbolo de pertenencia y unidad que nos une en esta familia donde cada uno es valorado por su singularidad y contribución única.
Mi personalidad juguetona y curiosa es un eco de la esencia misma de cada estudiante. Nosotros, los exploradores de la innovación, abrazamos la curiosidad, nos sumergimos en proyectos y nos lanzamos a descubrir el conocimiento en cada rincón del colegio.
Compartimos un compromiso profundo con la filosofía franciscana amigoniana que impulsa nuestras acciones y relaciones. Somos guardianes de la casa común, comprometidos con el cuidado del entorno y la creación de un impacto positivo en el mundo que nos rodea.
Celebro con entusiasmo la pasión de nuestros deportistas, especialmente aquellos dedicados al voleibol. Cada saque, cada bloqueo, refleja la determinación y la camaradería que define nuestra vida deportiva.
En el escenario del arte y la música, me sumo a la sinfonía de creatividad y expresión artística que fluye en cada aula y pasillo. La música y el arte son partes intrínsecas de nuestra identidad, y juntos creamos un lienzo vibrante de experiencias.
Nuestra ambición por aprender inglés, explorar a través de la robótica y ser verdaderos exploradores de la innovación refleja nuestra mentalidad centrada en el futuro. Como mascota, estoy aquí para inspirar, apoyar y alentar cada paso audaz que dan los estudiantes hacia el conocimiento y la excelencia.
Este colegio es más que un lugar de aprendizaje; es un hogar donde florece la alegría y la felicidad. Aprendemos a través de metodologías activas, exploramos con pasión y abrazamos un currículo que apunta al desarrollo de competencias que prepara a cada estudiante para un futuro lleno de éxitos.
Estamos unidos por el amor, la dedicación y la alegría de ser parte de la familia Capuchinas. Con cada risa, cada desafío superado y cada logro celebrado, construimos una historia única que nos define y nos llena de gratitud por pertenecer a este colegio excepcional.
Con cariño y entusiasmo, Puchino, el Oso de Anteojos del Colegio Capuchinas.